Los centros escolares se vacían de alumnos durante los próximos tres meses. Unos espacios en los que el personal docente desarrolla la mayor parte de su jornada laboral y en los que se tienen que tener en cuenta los posibles riesgos laborales que pueden aparecer.
El profesorado es un colectivo expuesto a diferentes lesiones que se producen durante todo el curso escolar. En este artículo queremos hacer un balance de algunos de ellos, con el fin de conocer los más comunes y evitarlos en la medida de lo posible de cara al siguiente curso académico.
Pero, ¿qué riesgos laborales se derivan de la propia carga de trabajo? ¿Qué tipo de patologías pueden sufrir los profesionales docentes durante la jornada laboral? El Instituto Canario de Seguridad Laboral ha recogido en una guía los principales riesgos asociados a su trabajo diario.
Uno de las dolencias más frecuentes de los docentes se halla en su aparato fonador, y van desde la propia afonía a la aparición de nódulos o pólipos en las cuerdas vocales, debido en mayor parte al esfuerzo mantenido de la voz. Para prevenir este tipo de patologías, se recomienda no forzar la intensidad de la misma o respirar de forma correcta.
Otro tipo de patología se manifiesta en los trastornos musculoesqueléticos. Los docentes suelen pasar la mayor parte de la jornada laboral de pie, lo que les obliga a menudo a permanecer en una misma postura durante un periodo de tiempo bastante prolongado. Para evitar enfermedades relacionadas, es importante mantener un pie en alto mientras se apoya en un reposapiés, a la vez que se va alternando entre el izquierdo y el derecho con el fin de aliviar la tensión muscular.
Otro de los factores que rodea a la tarea diaria de los profesores es el estrés. La entrega, implicación y el constante contacto con alumnos van implícitos en su día a día, y a veces pueden tener la sensación de que la situación les supera o cree que no va a poder controlar determinados casos.
De hecho, las dolencias psiquiátricas derivadas de las situaciones de estrés, originan de manera directa el 12,2% de las bajas laborales que sufre el personal docente. Según el informe “Las enfermedades profesionales de los docentes”, los contagios derivados de gripes, catarros o varicelas, representan el 20,6% de los motivos de ausencia laboral por parte de este colectivo.
En el caso de las dolencias provocadas por el estrés, es difícil establecer unas recomendaciones exactas para evitarlo. Los expertos recomiendan realizar actividades extra laborales e intensificar las relaciones personales con la familia y los amigos. Aunque la mejor medicina contra estas situaciones, se basa en rodearse de un buen ambiente de trabajo y realizar alguna tarea en equipo con el fin de compartir la carga laboral.
Con la llegada de las vacaciones de verano, deseamos que los profesores de los centros escolares puedan descansar de la rutina laboral, con el fin de desconectar y poder afrontar en septiembre un nuevo curso escolar rodeados de un entorno saludable en las aulas. Con este artículo queremos hacer un pequeño homenaje a este colectivo, ya que realiza una tarea laboral importantísima basada en educar a los niños y adolescentes, para que puedan crecer a nivel personal y profesional.