El teclado es un elemento de trabajo imprescindible para realizar nuestra jornada laboral en la oficina. Para evitar lesiones y adoptar malas posturas, la ergonomía extiende su campo de actuación a este dispositivo con el que tenemos un contacto permanente.
La Universidad Complutense de Madrid ha elaborado un documento en el que recoge algunas recomendaciones psicosociales y ergonómicas a la hora de trabajar con estos elementos:
– Debe ser independiente del resto del equipo, con el fin de colocarlo en una posición que resulte cómoda y confortable.
– Su inclinación debe estar comprendida entre 0 y 25 grados.
– El grosor que tenga debe ser igual o menor a 3 cms, contados siempre desde la base de apoyo hasta la parte superior de la tercera fila de teclas.
– La disposición del teclado debe permitir un manejo cómodo y preciso
– Si el teclado incorpora en su diseño un soporte para manos, debe tener como mínimo 10 cm de profundidad
Por su parte, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) establece unas recomendaciones en el ámbito del uso de los reposamuñecas, un elemento de ayuda relacionado con el uso de los teclados y los ratones. Diversos estudios han demostrado evidencias de que la utilización de estos soportes alivian la tensión en la zona de cuello y hombros, lo que reduce la aparición de trastornos musculoesqueléticos.
Sin embargo, un apoyo excesivo de la muñeca sobre los reposamuñecas puede provocar el efecto contrario en nuestro organismo, como por ejemplo la aparición del síndrome del túnel carpiano o una tenosinovitis.
La posición de las muñecas durante la utilización del ratón también puede ayudar a los trabajadores a utilizar el teclado de una forma saludable. Las muñecas deben situarse en una posición neutra y deben evitar el contacto directo con el reposamuñecas, ya que durante las tareas de teclado se pueden producir posturas incorrectas a la hora de alcanzar determinadas teclas.
Para evitar lesiones, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Universitat Politècnica de Catalunya recomienda hacer unos ejercicios sencillos en la oficina. Uno de ellos consiste en estirar el brazo, y con la palma de la mano hacia abajo, flexionar la muñeca durante 10 segundos. Después, se deben desplazar los dedos hacia abajo con la palma de la mano hacia arriba. Otro ejercicio que nos puede aliviar tensiones se basa en separar y estirar los dedos durante 10 segundos, hasta notar la tensión del estiramiento.
Foto: Universitat Politècnica de Catalunya