La prevención de la legionela en diferentes entornos

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Evitar la propagación de la legionela y prevenir sus posibles efectos son dos aspectos a tener en cuenta por las empresas a la hora de vigilar por el bienestar de los usuarios de sus instalaciones. Aunque todas las personas están expuestas a contaminarse de esta bacteria, las personas mayores, los niños, los fumadores o los pacientes de enfermedades crónicas pulmonares tienen una mayor propensión a sufrir esta patología.

Los brotes de legionelosis aparecen cuando las personas inhalan aerosoles que contienen agua contaminada por distintas especies de legionela. Aunque no se transmite de persona a persona ni por ingestión, hay que adoptar las medidas preventivas para evitar estos casos en aquellos edificios que poseen instalaciones consideradas de riesgo.

Las torres de refrigeración, los sistemas de agua caliente sanitaria y recirculación a través de chorros y duchas, o las piscinas y las bañeras de hidromasaje son algunas de las instalaciones con una mayor probabilidad de proliferación de legionela. Por tanto, es fundamental establecer un control exhaustivo de estas áreas en cualquier entorno y en especial en centros deportivos y residencias para evitar la propagación de la bacteria. En el primer caso, por el hecho de tener varias instalaciones de riesgo y en el segundo, porqué los usuarios son personas susceptibles de verse afectados por un brote.

Los niños son también un grupo de riesgo frente a la bacteria, por ello las escuelas también se encuentran dentro del área de centros que deben hacer las revisiones y el análisis del agua. Uno de los puntos habituales donde se puede concentrar la legionela es el de las fuentes, y por eso se incluyen dentro del protocolo de actuación y prevención.

Para evitar los brotes, la normativa existente establece que los titulares y las empresas instaladoras de torres de refrigeración tienen la obligación de notificar a las Autoridades Sanitarias la puesta en marcha de los aparatos susceptibles de propagar la legionela.

Pero, ¿quién debe realizar estos controles? Los titulares de las instalaciones de riesgo son los máximos responsables que deben llevar a cabo los programas de mantenimiento, limpieza y desinfección de las mismas. Tener a una persona encargada de ello o contratar una empresa externa especializada son algunas de las soluciones que se pueden adoptar. Aunque se subcontrate el servicio, el titular de la instalación sigue teniendo la máxima responsabilidad sobre la misma.

Algunas de las actividades de mantenimiento que se deben realizar en las instalaciones son las siguientes:

–       Elaborar un plano que recoja las zonas o puntos críticos en los que se debe facilitar la ubicación de los espacios dónde se tomen las muestras

–       Disponer de un programa de mantenimiento que contenga la periodicidad de revisión de las instalaciones y un programa de limpieza y desinfección preventivo

–       Realizar un programa de control de la calidad del agua y establecimiento de los parámetros de control

–       Implementar un sistema de registro y seguimiento de las actividades realizadas

Unas medidas que pretenden evitar casos como el de esta semana en Sabadell, donde han fallecido 4 personas que previamente padecían unas patologías que se han visto agravadas por el brote.

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