Un mismo espacio puede presentar diferentes tipos de pavimentos. Esto provoca que, a veces, opongamos resistencia a la hora de utilizar material de limpieza diferente (fregonas, productos fregasuelos, mopas, escobas, etc.) para cada uno de ellos.
Pero lo cierto es que optando por el utensilio o material de limpieza adecuado, podemos ahorrarnos esfuerzos inútiles y contribuir a un mejor cuidado del suelo.
A continuación te ofrecemos varias soluciones referentes a útiles de limpieza en función del tipo de suelo que tengas.
- Suelos de madera. Las mopas son la mejor opción para eliminar la suciedad en seco. Con este material evitamos el riesgo de sufrir posibles rayadas sobre el parquet. Por lo que al fregado respecta, podemos optar por una mopa preparada para la limpieza en húmedo o un mocho convencional bien escurrido. En este caso, la clave reside en los químicos que vayamos a emplear para la limpieza. Para los suelos de madera, lo ideal es fregar con una solución de jabón neutro diluido en agua o algún producto químico especialmente preparado para este fin.
- Azulejos. Este es el suelo que solemos encontrar en baños y cocinas. Esto, en la mayoría de ocasiones, se traduce en una mayor presencia de grasa o suciedad. Lo ideal es empezar por eliminar los restos en seco con la ayuda de una escoba para, posteriormente, aplicar un fregado con agua y amoniaco. En el caso de que la grasa sea persistente, también podemos optar por un fregasuelos desengrasante.
- Vinilo. El vinilo está cada vez más de moda, dado que es un producto fácil de mantener y sobretodo de limpiar. Para su limpieza, podemos optar tanto por una mopa como por una escoba. Por lo que respecta al fregado, tenemos la opción de emplear una fregona o una mopa bien escurridas en una solución de agua con fregasuelos de pH neutro.
- Porcelana. Para este tipo de suelos, la mejor solución es una mopa de microfibra o algodón. Evitando la escoba, minimizamos el riesgo de rayar el suelo. Para el fregado, debemos optar por un útil, ya sea mopa o fregona, muy bien escurrido, ya que la porcelana, al ser un material poco poroso, no absorbe la humedad.
- Piedra natural. De la misma forma que ocurre con la porcelana, una escoba en los suelos de piedra natural puede dar lugar a posibles rayadas. La mopa es una buena alternativa en este caso. A la hora de fregar, podemos decantarnos tanto por una fregona como por una mopa. En este caso, el químico que empleemos es muy importante, y deben evitarse a toda costa los fregasuelos ácidos, optando en su lugar por limpiadores con pH neutro.
CONSEJO PAPELMATIC
En superficies con muchos rincones, las mopas de fregado representan una solución ideal. Existen sistemas de doble cara que permiten el fregado y el secado en un solo útil. De igual manera que también existen otros métodos capaces de dosificar la solución de limpieza desde la misma mopa. En este aspecto, debemos tener muy en cuenta la importancia que tiene elegir bien el químico con el que vamos a limpiar cada suelo.