4 trucos que te ayudarán a paliar la gripe

En posts anteriores hablábamos del lavado de manos como una buena medida para prevenir la gripe. Pero… ¿Qué debemos hacer cuando ya la hemos contraído? Durante las últimas semanas, los medios comunican una y otra vez que la gripe ha alcanzado el nivel de epidemia en nuestro país. Este dato no debe asustarnos, ya que es algo que suele repetirse año tras año, con la única novedad de que esta vez se ha anticipado.

Y es que, por suerte o por desgracia, la enfermedad de la gripe no es algo desconocido para nosotros; sabemos detectar sus síntomas e incluso ya hemos aprendido qué hacer para paliarla. En este post te mostramos algunos trucos que podrán serte de utilidad:

• El lavado de manos. De la misma manera que esta acción se presentaba como un arma fiable para prevenir la gripe, también representa una de las claves para acelerar su cura. No debemos olvidar que las manos son el principal transmisor de gérmenes y bacterias de nuestro cuerpo, ya que nuestras extremidades son el punto de contacto directo con un entorno que, en muchas ocasiones puede estar infectado.
• Los estornudos. Tendemos a taparnos la boca con la mano cuando estornudamos o tosemos. Error. Con este gesto los virus permanecen en nuestras manos e incluso se depositan en otras superficies, ya que un estornudo es capaz de expulsar los gérmenes hasta una distancia de 7 metros. De la misma manera, tan solo tocando el pomo de una puerta o agarrando una taza, estamos volviendo a propagar el virus de la gripe y no sólo dificultamos nuestra recuperación sino que ponemos en riesgo de contagio a aquellos que nos rodean.
  Como alternativa, los médicos aconsejan taparse la boca con el codo, así evitamos que los gérmenes salgan disparadas y se propaguen con tanta facilidad.
• Los pañuelos. Nuestros grandes aliados durante el proceso gripal. Aunque si no los utilizamos correctamente pueden volverse en nuestra contra. Cada vez que utilicemos un pañuelo es importante depositarlo en una bolsa que vayamos a tirar posteriormente para así evitar que entre en contacto con superficies susceptibles de ser contaminadas, como por ejemplo, la mesita de noche. Además, es importante cerrar la bolsa aunque no vayamos a tirarla de inmediato, ya que los virus pueden propagarse por el aire.
• La ventilación. La ventilación es importante en todos los aspectos; no sólo cuando hacemos referencia a las estancias del hogar, sino también en relación con nuestra propia ropa, por ejemplo. Y es que un mismo pijama puede llegar a acompañarnos durante todo el proceso gripal, convirtiéndose así en un auténtico nido de virus. Por ello, es importante cambiarlo y lavarlo a menudo, alternando esta acción con la ventilación del hogar varias veces al día.

Un proceso gripal se convierte en la mayoría de los casos en algo doloroso. Para paliar este malestar es recomendable hacer reposo y beber muchos líquidos que ayuden a limpiar nuestro organismo.

En ocasiones, una buena ducha no solo ayuda a eliminar los gérmenes acumulados en la superficie de nuestro cuerpo, sino que también es beneficiosa a la hora de arrancar la mucosidad.

Y por último, pero no menos importante, es fundamental limpiar el hogar a fondo tras nuestra recuperación mediante el uso de desinfectantes que desalojen del todo cualquier germen que todavía pulule por allí.

CONSEJO HGS

Los virus son unos organismos tan diminutos que resulta imposible verlos sin la ayuda de un microscopio. Por ello es tan importante emplear una limpieza periódica y con productos desinfectantes, ya sea en el hogar o en el trabajo. En industrias tan delicadas como por ejemplo la alimentaria, puede parecer peligroso mezclar los términos salubridad (de los alimentos) y desinfectante. Desde HGS recomendamos utilizar productos desinfectantes con Registro HA, que han sido especialmente pensados para este tipo de industria y permiten el uso de químicos además de ofrecer la garantía de unos alimentos salubres.