Cuando hablamos de ergonomía solemos asociarla al puesto de trabajo y a la salud laboral. En esta ocasión, nos fijaremos en un colectivo que también presenta unas necesidades concretas de ergonomía, posición, facilidad de movimiento o comodidad: los ancianos. Para ello, existen en el mercado soluciones y mobiliario pensados para proporcionarles mayor confort, seguridad y bienestar y, a su vez, facilitar el trabajo de aquellos profesionales que les atienden en residencias o centros de día.
A falta de una normativa de obligado cumplimiento en nuestro país, muchos fabricantes de mobiliario geriátrico han recurrido a las recomendaciones del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV). A partir de diversas investigaciones, este centro ha determinado ciertas particularidades que deben presentar los colchones, las sillas, las mesas, los armarios, las camas o las mesillas de noche, entre otros. Existen, pero, unas pautas generales aplicables a todo el mobiliario:
• Los muebles deben ser estables y seguros, para ello, conviene evitar aristas, cantos cortantes o puntas agudas que originen lesiones o dolores en caso de golpe.
• Las camas, accesibles para los cuidadores, deben ser:
- Estables por sus cuatro lados
- Con acabados antideslizantes (para prevenir accidentes) y puntos de agarre firmes
- Hechas con materiales resistentes y ligeros
• Sillones, sillas y butacas. Las personas mayores pasan gran parte del día sentadas y por este motivo se presta especial atención a sus características:
- El acolchado de telas ignífugas y firme para facilitar la salida y entrada del asiento.
- El asiento debe tener su borde delantero redondeado y debe facilitar el movimiento de levantarse y sentarse. Al anciano le resultará muy complicado incorporarse si el asiento es bajo, con un tapizado mullido y está inclinado hacia atrás.
- El respaldo es fundamental para mantener una buena postura y debe proporcionar estabilidad, disminuyendo las cargas mecánicas que soporta la espalda y ayudando a mantener la curvatura fisiológica de la columna vertebral.
- El hecho de que los pies puedan apoyarse firmemente en el suelo también contribuirá a tener un buen soporte corporal.
- Asimismo, es imprescindible la presencia de apoyabrazos.
- Conviene que el asiento esté libre de elementos que sobresalgan, como remaches o tornillos, ya que a la larga pueden generar sensación de incomodidad.
- Los tapizados deberán ser de un material que permita una buena limpieza y desinfección con la máxima durabilidad.
Un ejemplo de mobiliario que responde a estos y otros principios es la colección Boomerang distribuida por EFEBÉ.
Sus piezas -sillas, butaca, sillón orejero con o sin respaldo, sillón con carro, sofá y mesa- están estudiadas antropométrica y ergonómicamente y pensadas tanto para residencias como para el hogar. Facilitan el movimiento en el asiento y al levantarse y suponen un buen soporte corporal para compensar la falta de fuerza muscular y de equilibrio postural. Además, permiten efectuar pequeños movimientos desde la posición sentada.