Las obras que se realizan en los centros médicos y hospitalarios pueden ser fuente de infecciones nosocomiales si no se siguen las recomendaciones necesarias. Para evitar que las bacterias se expandan por todo el recinto, los expertos recomiendan realizar una serie de acciones determinadas para controlarlas.
La posible afectación de los usuarios de los centros sanitarios es uno de los factores de riesgo a tener en cuenta. Por una parte nos encontramos ante el riesgo intrínseco, que se trata del inherente al paciente derivado de una serie de patologías procedentes de su propio organismo. Por otro lado se encuentra el denominado como extrínseco, que se trata de aquel que deriva de las intervenciones u operaciones propias de las obras en el centro médico.
Del mismo modo, los centros sanitarios deben gestionar todo el proceso de planificación y ejecución de las obras, con el objetivo de limitar los riesgos de contraer enfermedades por microorganismos favorecidas por la realización de cualquier tipo de obras, ya sea programada o accidental en las instalaciones hospitalarias, sugiriéndose con tal fin la adopción de una serie de medidas preventivas en las fases de diseño y de ejecución de las mismas.
Para ello deberán establecer de forma inicial:
- La creación de una Comisión de Obras de carácter multidisciplinar donde se impliquen tanto profesionales sanitarios como técnicos especialistas, responsables de mantenimiento, etc.
- Una planificación de todo tipo de obras y valorar los riesgos de cada intervención en función de su envergadura y la zona en la que se va a realizar.
- Informar y concienciar a todo el personal del hospital del riesgo de infección asociado a la realización de obras, utilizando todos los recursos formativos que sean necesarios.
La Sociedad Española de Medicina Preventiva Salud Pública e Higiene (SEMPSH) remarca una serie de consejos para que puedan ser compatibles y seguras las obras con la actividad habitual del centro médico. Algunas de sus recomendaciones son las siguientes:
- Crear unos accesos para el personal de las obras que sean independientes y alejados de las áreas críticas del centro médico.
- Anular y cerrar conductos de climatización que puedan afectar a unidades funcionales de pacientes de alto riesgo.
- Realizar la descarga de escombros lejos de los equipos de climatización, de los Bloques Quirúrgicos o de las Unidades de Cuidados Intensivos.
- En función del tipo de obra y de la zona de intervención será necesario mantener la zona de obras aislada del resto del edificio con restricciones de acceso.
Por su parte, la Generalitat de Catalunya, en la guía “Prevención de la infección nosocomial relacionada con el desarrollo de obras en los centros sanitarios” también establece un conjunto de medidas de prevención para cumplir los siguientes objetivos durante la ejecución de las obras:
- Evitar y eliminar el posible riesgo de contaminación de los conductos de agua.
- Prever unos circuitos de circulación de materiales y trabadores que se encuentren lo más aislados y alejados de las zonas críticas.
- Establecer unas comprobaciones exhaustivas de seguridad antes de dar por acabado el proyecto de obras.
- Limpiar y aspirar de polvo la zona de intervención.
Además, durante el tiempo que se lleven a cabo se procurará mantener un nivel adecuado de bioseguridad ambiental en las zonas consideradas de mayor riesgo, para evitar el movimiento y la formación del polvo derivado de la propia actividad de la obra, con la finalidad de evitar la transmisión de microorganismos.
Estas medidas van encaminadas a extremar las precauciones dentro de los recintos médicos, en los que se debe prestar una atención especial a los pacientes debido a una situación excepcional de obras en la infraestructura del edificio, en los que el riesgo de propagación de bacterias se eleva a un nivel superior.