¿Cómo afecta el tabaco a nuestro entorno físico?

Desde las campañas de concienciación hasta la inclusión de frases muy poco alentadoras para fumar en los paquetes de tabaco. Hoy en día creemos estar muy informados de los efectos nocivos de este vicio. Tanto fumadores activos como pasivos, estamos al tanto de lo que esta acción comporta.

¿Pero nos hemos parado a pensar alguna vez cómo afecta el humo del tabaco a nuestro entorno más directo? En ocasiones, no es necesario fumar un cigarro o estar rodeado de gente fumadora para poner en riesgo nuestra salud.

Cuando encendemos un cigarrillo, el humo que se libera cargado de nicotina no se evapora en el aire. Este humo nocivo queda impregnado en las paredes de las habitaciones, en el mobiliario, en las cortinas y alfombras… y permanece allí durante meses.

Un estudio llevado a cabo por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) revela que cuando los restos de nicotina reaccionan con un compuesto llamado ácido nitroso que se encuentra en el ambiente, se produce la formación de partículas cancerígenas.

Estas partículas llamadas nitrosaminas forman parte de las sustancias cancerígenas más potentes que existen.

Acciones como la inhalación de polvo o el contacto directo con una alfombra o cortina hace que nos encontremos más expuestos a este tipo de partículas.

Es por esto que los expertos recomiendan no fumar en lugares cerrados y habitables. Ya que el humo cuenta con un menor número de vías de escape y se deposita sobre cualquier superficie.

En el caso de los fumadores que optan por fumar dentro de casa, se recomienda la ventilación constante de todas las estancias además de una limpieza periódica, en profundidad y más frecuente que la que llevaría a cabo una persona no fumadora.

Estas acciones no nos aseguran que las partículas liberadas por el humo de un cigarro no vayan a depositarse sobre las superficies, pero sí que conseguimos reducir considerablemente este riesgo.

CONSEJO EFEBÉ

Desde Efebé insistimos en el hecho de mantener un entorno limpio y saludable, ya que tal y como demuestra este estudio, esto repercute directamente en nuestra salud.

Como alternativa, recomendamos optar por materiales adecuados a la hora de equipar o construir un edificio. Nos referimos a materiales que no solo frenen al máximo la penetración de este tipo de partículas en su interior, sino que además requieran un mantenimiento y una limpieza sencillos.