La II Edición del Barómetro HGS de la Salud en Entornos Laborales refleja que el 73% de los trabajadores dispone de un nivel de iluminación adecuado para el tipo de tarea que debe desarrollar durante su jornada laboral. No obstante, existe un 15% de empleados que manifiestan que no trabajan con la luz necesaria en su centro de trabajo.
La ausencia de luz natural o una incorrecta iluminación puede provocar efectos nocivos en nuestro día a día. El dolor de cabeza y una sensación de fatiga general son los principales síntomas que aparecen en nuestro cuerpo, y se trata de unas dolencias que derivan en un aumento del cansancio y una disminución del rendimiento de los trabajadores.
El mejor tipo de iluminación para hacer bien nuestro trabajo es la luz natural. El mismo estudio revela que el 87% de los encuestados disponen de este tipo de iluminación a lo largo del día. Pero, ¿qué ocurre con los trabajadores que no tienen este privilegio? ¿Cómo debe estar iluminado su lugar de trabajo?
Evitar las sombras es un aspecto vital a la hora de tener en cuenta el tipo de luz que se colocará. Para ello, es esencial considerar una serie de factores como la elección del tipo de bombilla y lámpara, su ubicación en el puesto de trabajo, o la altura y orientación de las mismas.
Cuando se trata de colocar correctamente la lámpara de techo, debe estar ubicada sobre la mesa y ligeramente adelantada con respecto al puesto de trabajador, con el fin de que no sea él quien proyecte su propia sombra. La altura debe ser la adecuada para que la distribución de la luz sea homogénea a lo largo de toda la mesa.
Si se completa el proceso de iluminación con una lámpara adicional, debe situarse en el lado izquierdo si somos diestros, y a la derecha si somos zurdos, con la finalidad de evitar las sombras que se puedan producir derivadas de las posiciones de nuestras manos y de nuestros brazos.
Iluminar desde varios ángulos de luz puede ser una buena opción para luchar contra las posibles sombras que se puedan producir, y para lograr un flujo de luz homogéneo e intenso que alcance toda la superficie en la que se va a trabajar.
Independiente de la opción que se escoja a la hora de iluminar, es necesario tener en cuenta que la entrada de luz natural puede ser una perfecta aliada para nuestro día a día en el ámbito laboral. En función de todos estos factores, se deberá considerar el tipo de iluminación artificial que se adoptará para un desarrollo saludable de la jornada laboral.