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Puesto de trabajo: ordenadores portátiles

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Tras hablar sobre las medidas que hay que tener en cuenta para trabajar correctamente con ordenadores de mesa, los criterios de colocación de sus elementos (pantalla, teclado, ratón, etc.) y las posturas más adecuadas, nos centramos ahora en los ordenadores portátiles y en cómo prevenir los riesgos para la salud derivados de trabajar con este tipo de dispositivos.

Cualquier lugar se puede convertir en nuestra oficina y eso hace que adquiramos posturas forzadas en tronco, cuello y extremidades superiores, corramos el riesgo de sufrir fatiga visual ya que no trabajamos con la iluminación y las distancias apropiadas o sobrecarga muscular localizada en la zona del cuerpo que soporta el peso del portátil. Las lesiones en manos y muñecas también son habituales ya que los movimientos se realizan en un área muy pequeña, el teclado, que es más comprimido que el de un ordenador de sobremesa.

¿Qué medidas preventivas podemos tomar? ¿Cómo podemos mejorar nuestro entorno de trabajo? Presentamos algunas de las recomendaciones que ofrece la Dirección General de Relaciones Laborales y Calidad en el Trabajo de la Generalitat de Cataluña. Aunque lo primero que debemos tener claro es que el ordenador portátil está diseñado para realizar tareas esporádicas, no como herramienta de trabajo habitual.

  • Ajustar la altura de la silla de manera que permita mantener los antebrazos flexionados hasta 90º y apoyados sobre la mesa sin levantar los hombros. Si no hay mesa, apoyar el ordenador sobre el maletín o algún objeto similar.
  • Colocar el portátil de manera que se disponga de espacio para apoyar las muñecas.
  • Colocar la pantalla a una distancia superior a 40 cm respecto a los ojos del usuario.
  • Utilizar equipos con pantallas a partir de 14″ y aumentar el tamaño del tipo de letra utilizado para visualizar.
  • Controlar los reflejos de la pantalla orientándola de modo que las ventanas (la entrada de luz natural) queden situadas lateralmente. El equipo se debe situar paralelo a las luces del techo y se debe reforzar la iluminación sobre el teclado.
  • Relajar la vista haciendo pausas de 20 segundo cada 20 minutos. Parpadear nos ayudará a mantener los ojos lubrificados. Mirar hacia lugares alejados nos hace cambiar de enfoque y así relajar los músculos oculares.
  • Cambiar de postura, hacer ejercicios de estiramiento de la musculatura fatigada y adoptar posturas antagónicas a las mantenidas ante el portátil.
  • Utilizar estaciones de acoplamiento que permitan utilizar teclado y ratón periféricos.
  • Usar bases y soportes para portátil que proporcionan ergonomía y corrigen la tendencia a adquirir posturas encorvadas debido a que la pantalla está demasiado baja y demasiado cerca del usuario.
  • Reducir el número de pulsaciones del teclado y aprovechar los sistemas de predicción de palabras, los atajos y los accesos directos.
  • Transportar el equipo de trabajo portátil en mochila, que reduce la presión sobre los brazos y distribuye las cargas uniformemente sobre el cuerpo

 

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