Manos y teclados limpios para evitar contagios en la oficina

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Resfriados, gripes e infecciones estomacales son enfermedades típicas de oficina. Una correcta higiene en el puesto de trabajo, especialmente en las áreas comunes y en el material que se manipula como teléfonos, escritorios, botones de fotocopiadores, interruptores, etc., puede ser determinante para cortar la cadena de transmisión y evitar contagios.

 

Los expertos aseguran que el riesgo de infección entre los empleados puede reducirse drásticamente si se toman medidas tan simples como lavarse las manos. Conviene lavarlas al llegar a la oficina, antes y después de comer y después de ir al baño. Se deben limpiar con agua y jabón, entre 10 y 30 segundos, para eliminar eficazmente los gérmenes a los que están expuestas, evitando así que se contraigan infecciones y reduciendo el riesgo de transmitir virus que puedan causar enfermedades.

 

Otra de las recomendaciones para mantener una higiene adecuada de nuestras manos en el puesto de trabajo es tener en la mesa de trabajo un frasco de alcohol en gel desinfectante. El gel en base alcohólica Purell © de Papelmatic , por ejemplo, es un antiséptico que permite realizar un lavado de manos sin enjuague y que mata un 99,99% de los virus y bacterias más comunes que pueden ocasionar enfermedades.

 

El efecto de Purell es instantáneo ya que en menos de 15 segundos, sin necesidad de usar jabón, agua o toallas, elimina los gérmenes. El gel puede utilizarse como complemento al lavado de las manos para incrementar la prevención ya que contiene alcohol etílico y sustancias humectantes que incrementan la hidratación de la piel. Por este motivo, se puede usar con mucha frecuencia ya que no la deja reseca ni irritada y es hipoalergénico.

 

Como ya avanzábamos, a parte del lavado de manos, es importante que elementos como el teclado, el ratón y el teléfono, que están en contacto constante con las manos, estén suficientemente limpios. De lo contrario pueden acumular gérmenes que pueden sobrevivir hasta 48 horas en su superficie, constituyendo un foco para contraer enfermedades infecciosas.

 

La manera más efectiva de limpiar el teclado del ordenador, por ejemplo, es pasar a diario un paño suave y seco, mejor si es de un sólo uso,  por su superficie con la intención de retirar el polvo. La limpieza en profundidad también es necesaria ya que se trata de un elemento que acumula mucha suciedad, tanto en sus teclas como en sus ranuras y su parte interna. Darle la vuelta y sacudirlo un poco o darle pequeños golpes en la parte superior también ayuda a que esta suciedad más gruesa y superficial se desprenda y caiga. A menudo, conviene desinfectarlo con productos específicos para la limpieza de superficies como, por ejemplo, los que se utilizan para el utillaje clínico.

 

A parte de los programas de limpieza con los que cuente cada empresa, los trabajadores también deben hacerse cargo de la higiene de su mesa de trabajo y de estos dispositivos por lo menos una vez a la semana. Se recomienda también mantener la zona de trabajo ordenada y evitar colocar numerosos papeles y objetos que acumulen polvo, ya que este es un agente transmisor y multiplicador de gérmenes. Por otra parte, mantener la mesa en orden facilita el trabajo  a las personas encargadas de la limpieza, garantizando así una higiene más exhaustiva que nos evitará contraer estas típicas enfermedades laborales.

 

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