Los trabajos sedentarios pueden provocar riesgos nocivos para nuestra salud, que se pueden desarrollar y finalizar en patologías a lo largo de nuestra jornada laboral. El dolor de espalda, la fatiga visual, o el cansancio crónico son algunos de los síntomas que se pueden notar en nuestro cuerpo si no mantenemos una postura correcta mientras nos encontramos en la oficina.
La II Edición del Barómetro HGS sobre Salud en Entornos Laborales nos adelantaba las principales dolencias que padecen los trabajadores en su centro de trabajo. El 35% declaraba sufrir con frecuencia escozor en los ojos, la fatiga mental era la patología principal para el 30% de los empleados, mientras que el dolor de espalda lo sufre un 31%.
Algunos estudios recientes también señalan a los dispositivos móviles como los causantes de ciertas dolencias musculares. Mientras nos encontramos en el trabajo o durante nuestro día a día adoptamos algunas posturas a la hora de consultar nuestro smartphone, que pueden provocar una presión innecesaria sobre las vértebras del cuello.
Este gesto simple puede desembocar en el desarrollo de fuertes dolores de cabeza, cefaleas crónicas y dolores lumbares. La inclinación de 60 grados que obligamos a realizar a nuestro cuello cuando consultamos nuestro terminal móvil, hace que las consultas médicas por motivo de dolencias cervicales asociadas a dolores de cabeza sean cada vez más frecuentes.
De hecho, el peso que se ejerce y que tiene que soportar esta zona del cuerpo durante los minutos en los que mantenemos esta posición, es una de las causas directas asociadas a un mal ergonómico derivado de las nuevas tecnologías y de una nueva forma de trabajar.