Hablamos de la importancia de una buena higiene postural y de las consecuencias de adquirir malas posturas en los entornos laborales con Ángela Olaru, doctora en atención primaria, bióloga, quiropráctica y experta en columna vertebral. Desde 2001 es directora de Biovertix Quiropràctic, un consulta quiropráctica en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) donde trabaja en equipo con especialistas médicos para evitar que sus pacientes sufran enfermedades derivadas de las malas posturas.
– ¿Qué es la higiene postural?
La palabra higiene viene del griego ‘hygieinon’ (saludable). En la época moderna se refiere a una serie de medidas rutinarias como lavarse las manos a menudo y los dientes después de comer para prevenir enfermedades infecciosas y respectivamente caries.
Cuando hablamos de higiene postural nos referimos por un lado a la toma de conciencia de cómo posicionamos nuestro cuerpo cuando estamos sentados o de pie y, por otro lado, a una rutina diaria de ejercicios para mantener equilibrados los músculos anti gravitatorios. Se trata de los músculos paravertebrales y también de las piernas, que contravienen la fuerza de la gravedad para mantenernos erectos. Cuanto más equilibrados estén menos energía desperdiciamos.
-¿Somos conscientes de su importancia?
Por desgracia, no suficiente. La mayoría de la gente no presta atención a sus hábitos posturales porque ignora el papel crucial de la columna vertebral para mantener la salud del sistema nervioso e inmunitario. Además de ser el eje que rige el sistema musculo-esquelético la columna es el estuche protector de la medula espinal. La comunicación del cerebro con todo el cuerpo ocurre por medio de los nervios espinales, que salen de la medula y pasan entre las vertebras. Dichos nervios se parecen a unos cables con muchos hilos, que se ramifican formando una extensa red de comunicación entre la central -el cerebro- y todos los departamentos: piel, músculos, articulaciones, órganos, vasos sanguíneos y linfáticos, etc. Cuanto más alineadas estén las vertebras, más espacio tienen estos ‘cables’ y mejor fluye la comunicación desde arriba hacia abajo y viceversa.
-¿Crees que hay suficiente conciencia entre los empresarios sobre la necesidad de ayudar a sus trabajadores a cuidar su salud laboral?
No en este país. Es una verdadera lástima porque realmente ayudarían a sus propias empresas. La mayoría de los empresarios no son conscientes de que cuanto más sanos estén sus empleados más productividad y menos perdidas por bajas laborales tendrían.
A mi consulta vienen muchos extranjeros. Entre ellos varios alemanes que trabajan en la industria automovilística. Uno de ellos me contó que en Alemania la empresa les obliga a asistir a clases de ergonomía y educación postural y pasar revisiones quiroprácticas de columna periódicamente. Evidentemente la empresa se hace cargo del gasto.
Esto pasa también en muchas empresas norteamericanas. Los analistas calcularon las perdidas por bajas laborales sobre todo por dolor de espalda, durante un año. Eran enormes. Así que, para ahorrar, los empresarios decidieron que sale más a cuenta cuidar la salud laboral de sus empleados.
-¿Qué malas posturas solemos adquirir en los entornos laborales?
Las más comunes son las posturas ‘intelectuales’. Me refiero a las típicas posturas de trabajo administrativo o de oficina. Sentados muchas horas delante del ordenador con los hombros caídos, las piernas cruzadas y la cabeza hacia delante.
-¿Qué tipo de enfermedades pueden derivar de las malas posturas?
Las malas posturas favorecen tanto las enfermedades óseas, artrosis y osteoporosis, como los trastornos de memoria y concentración, respiratorios, digestivos, cardiovasculares, renales, reproductivos e incluido enfermedades de la piel.
Por ejemplo, las típicas posturas que adoptan los niños y los jóvenes cuando estudian o usan el ordenador, sobrecargan los músculos del cuello y dorsales. Esto suele provocar dolor cervical y de espalda y acelera el desgaste articular precoz que llamamos artrosis. Además comprimen el diafragma. Es el músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Su principal función es respiratoria. De hecho sostiene los pulmones. Cuando estamos inclinados hacia delante durante muchas horas se chafa la parte inferior y también más ancha de los pulmones.
A largo plazo se reduce la capacidad vital o respiratoria, lo que significa menos oxigenación celular y más acidez metabólica. Aparecen síntomas como cansancio, irritabilidad, dolor de cabeza, falta de concentración y fallos de memoria.
Por otro lado, el diafragma tiene tres agujeros llamados ‘hiato’ -del latin ‘hiatus’, espacio abierto- por donde pasan los grandes vasos sanguíneos, arteria aorta y vena cava y el esófago. Al estar comprimido durante mucho tiempo, el diafragma pierde flexibilidad y ejerce presión sobre estos vasos y sobre el esófago, que se continua con el estomago. Muchas veces queda atrapado el esfínter cardiaco -o boca del estomago- y se produce una hernia de hiato, con síntomas de reflujo y acidez, tan comunes hoy día.
-¿Y una postura correcta que nos aporta?
Una postura correcta significa mejor equilibrio, mejor alineación vertebral, mejor oxigenación, mejor circulación sanguínea, linfática y del líquido cefalorraquídeo, más energía vital, menos artrosis y sobre todo mejor comunicación nerviosa e inmunitaria. En definitiva, menos probabilidad de lesiones u otras múltiples enfermedades, más salud y mejor calidad de vida.
-¿Qué ejercicios podemos llevar a cabo para mejorar nuestra higiene postural, ya sea en casa como en el entorno laboral?
En primer lugar, tenemos que aprender hábitos posturales correctos desde la primera infancia. Adoptar una rutina diaria de 5-10 minutos de ejercicios para la columna antes de empezar el día no es un lujo. Es igual o más importante que la rutina de lavarse los dientes durante toda la vida. Se trata de una tabla de ejercicios de respiración y abdominales muy sencillos. Los que estén interesados puede pedir esta tabla contactando con nosotros en la web: www.biovertixquiropractic.com
Durante las horas de trabajo hay que sentarse apoyando los pies en el suelo, con la espalda recta y la cabeza entre los hombros. Posicionar el ordenador a la altura de los ojos para no tener que inclinar la cabeza durante horas y horas. También hay que procurar levantarse a menudo, estirar y caminar aunque sea 2-3 minutos. En los momentos de mucha tensión, cuando hay que sacar mucho trabajo ‘rápido y bien’ es muy importante parar un minuto, respirar hondo inflando el vientre para relajar el diafragma y estirar un poco el cuello. Mejora la oxigenación celular y el riego sanguíneo cerebral de forma que crece el rendimiento y mejora la salud.
También hay que vigilar las posturas durante la noche. Por ejemplo el hábito de dormir boca abajo crea tensión asimétrica en los músculos del cuello. Las vertebras se inclinan y se desvía la columna. Con los años, los ligamentos, músculos y tendones pierden flexibilidad, se deforman y disminuye el espacio intervertebral y se empiezan a comprimir los nervios y también las arterias vertebrales, lo que disminuye el riego cerebral. Es muy importante cambiar este hábito. Al inicio suele parecer imposible pero con un poco de paciencia y perseverancia se logra.
-¿En que nos puede ayudar un quiropráctico?
En los EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Suiza y muchos otros países europeos la quiropráctica es la tercera profesión sanitaria más utilizada después de la medicina alopática y la odontología. En España sigue habiendo mucha confusión e intrusismo ya que aun no hay reconocimiento legal del título.
Un quiropráctico licenciado es experto en diagnostico, tratamiento manual y prevención de trastornos de la columna vertebral. Suele hacer una revisión postural integral teniendo en cuenta el apoyo plantar, la oclusión dental y también el movimiento ocular. Su primer objetivo es identificar y corregir manualmente las subluxaciones –bloqueos- vertebrales para optimizar la comunicación del sistema nervioso con todo el cuerpo y detener el desgaste articular o artrosis.