Juegos, zonas de ocio, espacios abiertos y paredes decoradas son algunos de los elementos que están presentes en algunas de las empresas tecnológicas más importantes del mundo. Se trata de compañías que apuestan por los espacios abiertos y por mantener un buen clima de trabajo entre los compañeros.
En España el 32% de los trabajadores españoles dispone de un espacio de descanso o de ocio en su lugar de trabajo, según el último Barómetro HGS de la Salud en entornos laborales. Estos datos manifiestan la necesidad de adaptar los centros de trabajo para que los empleados puedan desconectar sin necesidad de salir del recinto laboral.
Los trabajadores franceses también se muestran satisfechos con las áreas de descanso que les proporciona su organización. Según un estudio de World Economic Forum es el país en el que más apuestan por la salud y el bienestar de los empleados. Corea del Sur, Japón y Alemania son otros de los países con un mayor nivel de satisfacción laboral entre los trabajadores de las empresas.
Las oficinas sin espacios cerrados y delimitados por áreas son cada vez una realidad más presente en el panorama empresarial. Pero, ¿cómo crear espacios interconectados? ¿Se puede mantener y aumentar el nivel de productividad con este tipo de zonas?
Según la compañía Steelcase , fabricante de mobiliario de oficina distribuido por efebé, se deben respetar 5 puntos para combinar productividad con un buen ambiente laboral:
– Optimizar el espacio: proporcionar una diversidad de espacios que faciliten la colaboración y la concentración de los trabajadores.
– Mejorar la colaboración: crear zonas que faciliten la interacción entre los empleados de diferentes áreas.
– Desarrollar el talento: disponer de espacios que faciliten encuentros improvisados o reuniones, podrán crear puntos de desarrollo de talento entre las personas.
– Activar la cultura de la organización: a través de zonas descanso se puedan aprovechar para crear y potenciar la marca entre los compañeros de trabajo.
– Mejorar el bienestar: con estas áreas se fomenta la sociabilización entre los empleados y se desarrolla el grado de salud laboral.
Todas estas medidas van encaminadas a cambiar la cultura empresarial a la hora de organizar una compañía, ya que dan un giro de 180 grados a la concepción habitual. Una mentalidad que supone una nueva adquisición de hábitos y de estructuración laboral con el fin de beneficiar la salud de los trabajadores y aumentar la productividad.