El reciclaje convive en nuestros hogares diariamente. Pero, ¿qué pasa en nuestro lugar de trabajo? ¿Somos igual de sostenibles en casa que en las empresas? ¿Tenemos los recipientes adecuados para poder reciclar de forma efectiva? Son preguntas que nos hacemos a la hora de ubicar los residuos que generamos en la oficina y que no siempre tienen una respuesta afirmativa.
Cuando generamos un residuo, debemos tener claro en qué lugar depositarlo. Las empresas deben facilitar a los trabajadores los recipientes adecuados para las diferentes fracciones. A parte de los tradicionales contenedores verdes, amarillos y azules, las organizaciones deben disponer de diferentes bolsas para que los empleados puedan separar y reciclar de forma eficiente.
El bienestar laboral de los trabajadores se ve influido por las condiciones en las que se separa la basura que se genera. Convivir en un entorno en el que todo vale y los residuos no se separan, afecta directamente a la imagen de la empresa. La sostenibilidad no acaba en casa y a nivel empresarial se puede extender a muchas de las acciones que desempeñamos en nuestro lugar de trabajo.
Para ello, los centros de trabajo deben realizar campañas de concienciación destinadas a los trabajadores. Si una empresa recicla, se puede luchar por una mayor eficiencia energética y por dar una doble vida a aquellos productos que ya han tenido un primer uso.