Un entorno limpio y un ambiente saludable son algunos de los requisitos imprescindibles para tener un lugar de trabajo funcional, pero también constituyen la base del bienestar y de la productividad de los trabajadores. Tradicionalmente, la limpieza de los espacios de trabajo se ha realizado fuera del horario laboral con la intención de no molestar a los empleados. Pero en los últimos diez años los profesionales del sector han empezado a probar nuevas fórmulas, implementando la limpieza diurna en determinados edificios y oficinas.
Así, se ha demostrado que la limpieza diurna -aquella que se lleva a cabo dentro de las horas normales de trabajo o durante la jornada laboral- puede generar un ahorro económico significativo. Además puede aportar importantes ventajas para empresas y empleados, tal y como recoge la “Guía de buenas prácticas para la limpieza de día”, elaborada por Asset Skills (un consejo asesor del sector de la limpieza que opera en Inglaterra e Irlanda).
Entre los beneficios para los empleados de la limpieza destaca la mejora de su integración, ya que al hacer el mismo horario que el resto de la plantilla, se sienten parte de la empresa. La limpieza diurna también les da la oportunidad de aumentar sus horas de trabajo y, por lo tanto, de reducir la necesidad de combinar múltiples empleos. Son mejoras sustanciales en un sector marcado tradicionalmente por el trabajo a tiempo parcial que, de este modo, puede mejorar la conciliación entre familia y trabajo, así como evitar los problemas de transporte y de seguridad asociados a los turnos de noche.
¿Reducción del gasto para empresas?
Por otra parte, las empresas pueden reducir los gastos de limpieza entre un 10-15% si realiza la transición al sistema de limpieza diurna, según Asset Skills. Los puestos de trabajo están mejor pagados, por lo que éstas pueden contratar menos personal pero más preparado que logrará los mismos resultados de limpieza y estándares de calidad. Asimismo, los empleados suelen comprometerse más con un trabajo a tiempo completo, lo que reduce la rotación de personal y aumenta la productividad porque se gasta menos tiempo en los cambios de turno.
La reducción de los requisitos de seguridad y de los costos de energía –se evita que haya edificios iluminados o con los sistemas de calefacción activos durante la noche innecesariamente- son otras de las ventajas asociadas al hecho de que el personal de limpieza esté en la oficina durante el horario normal.
Colaboración con el cliente
El informe de Asset Skills también apunta que esta transición hacia el horario diurno debe realizarse de forma gradual y en colaboración entre el cliente y el proveedor de limpieza, estableciendo unos horarios para las distintas tareas de higiene según las necesidades particulares de cada edificio y de sus ocupantes en los diferentes momentos del día.
Una apreciación que coincide con lo expuesto por el especialista Steve Spencer en su artículo “Choose the Right Time for Cleaning”. El texto añade que también hay que tener en cuenta que ciertos trabajos, como por ejemplo pasar el aspirador, sólo pueden hacerse fuera del horario laboral debido a que son molestas por su alto nivel de decibelios. Y recalca que la limpieza diurna no es una solución viable para todo tipo de oficinas, por lo que es importante estudiar las especificidades de cada empresa antes de introducir este sistema.