5 consejos para disfrutar del verano de una forma segura

In Bienestar personal by entorno saludableLeave a Comment

Las vacaciones están a la vuelta de la esquina y con ellas, una serie de cambios en nuestros hábitos y rutinas que hacen que nos expongamos a ciertos riesgos para nuestra salud en un índice mayor que en otras épocas del año. Las actividades al aire libre, la exposición al sol, los cambios en la alimentación, las visitas a las piscinas y las playas, los grandes desplazamientos… requieren de una serie de medidas que debemos recordar para prevenir posibles riesgos de quemaduras en la piel, intoxicaciones, enfermedades o accidentes que pueden afectar a nuestra salud. Por ello, desde Papelmatic queremos darte unos consejos para disfrutar de unas vacaciones saludables:

  1. Sin riesgos bajo el sol. El buen tiempo y las altas temperaturas invitan a pasar largas jornadas en playas o piscinas y a practicar deportes náuticos. Para ello es muy importante protegerse de las perjudiciales quemaduras solares aplicando el factor de protección correcto para nuestro tipo de piel, de forma generosa sobre la piel seca 30 minutos antes de la exposición al sol. Los primeros días debemos tomar el sol pocos minutos y aumentar el tiempo en días sucesivos, evitando las horas centrales del día (desde las 12.00h. a las 16.00h.). Protégete la cabeza de los rayos solares para evitar la insolación con gorras, sombreros o pañuelos, y especialmente en el caso de niños y ancianos, extremaremos las precauciones con una sombrilla. No olvides que en el campo o en la montaña también hay riesgo de quemaduras solares y debemos protegernos también adecuadamente.
  2. Prevenir la  deshidratación. Durante el verano aumenta la transpiración de nuestra piel, un mecanismo natural del organismo para protegerse de los aumentos de temperatura ya que por medio de la sudoración logramos disminuir la temperatura corporal. Pero esta sudoración hace que se pierdan agua y electrolitos a través de la piel con lo que, si es excesiva y no se reponen líquidos y sales, puede provocar un estado de deshidratación. Para prevenirla, es obligatorio tomar agua, zumos o bebidas isotónicas periódicamente, aún sin necesidad de tener una sensación de sed. Esto es especialmente importante en los ancianos y los niños muy pequeños, ya que los primeros tienen atenuada la capacidad de sentir sensación de sed y los segundos, no saben pedir el agua. Recuerda también que si viajas a un país exótico, debes asegurarte de que bebes agua embotellada y precintada.
  3. Cuida tu alimentación. Las intoxicaciones alimentarias se multiplican por cuatro en verano por el consumo de alimentos en mal estado o aguas no potables. Las consecuencias principales son las gastroenteritis y las diarreas y para prevenirlas es necesario mantener unos hábitos de higiene y extremar las precauciones. Hay que lavar bien todas las frutas y verduras que vayamos a consumir crudas con agua y, con incluso, una gotita de lejía. Mantén limpias las superficies de trabajo y los utensilios a la hora de preparar los alimentos y asegúrate siempre de que los alimentos están refrigerados a menos de 5 grados, consumiendo los recién preparados en menos de dos horas. Asegúrate también de la cocción adecuada de carnes, pescados, verduras y huevos. Si viajas, rechaza aquellos alimentos que hayan sido expuestos y no refrigerados; no comas alimentos crudos en lugares de dudosa higiene; bebe siempre agua potable y rechaza los cubitos de hielo cuando viajes a países tropicales o en lugares con agua de calidad dudosa.
  4. Manos bien limpias. El lavado de manos con agua y jabón, o bien con productos de uso habitual como el Purell, puede prevenir enfermedades intestinales e infecciones en la piel y en los ojos, ya que los microbios que provocan la diarrea ingresan por la boca a través de las manos que han estado en contacto con la materia fecal, agua contaminada, alimentos crudos y utensilios de cocina mal lavados. El lavado de manos con jabón, después de ir al baño y antes de tocar los alimentos, reduce a casi la mitad los casos de diarrea. Por ello, nos lavaremos muy bien las manos tras ir al servicio o cambiar pañales y cada vez que tengamos que manipular alimentos. Solamente debemos seguir cuatro pasos fundamentales:
  • Abriremos el grifo y nos mojaremos las manos con un poco de agua.
  • Con un jabón o chorrito de jabón líquido, no enjabonaremos las manos completamente frotando bien durante 15-20 segundos toda la superficie de las manos: palmas, dorso, entre los dedos y las muñecas, y también debajo de las uñas.
  • Enjuagaremos las manos con agua abundante.
  • Nos secaremos las manos con una toalla limpia o una toalla desechable hasta que queden secas.

5. Un buen botiquín de viaje. Si nos desplazamos por carretera hasta nuestro destino vacacional o nos vamos de viaje al extranjero, tenemos que estar preparados para cualquier problema médico que pueda surgir. Por lo tanto, es conveniente preparar cuidadosamente y llevar con nosotros un botiquín de viaje, por si sufriéramos un leve trastorno físico o algún accidente leve. Estos son los componentes básicos del botiquín de viaje que nos permitirán realizar una cura rápida:

  • Gasas Estériles.
  • Algodón hidrófilo.
  • Vendas de fijación elástica, tiritas, esparadrapo.
  • Tijeras de punta redonda y pinzas.
  • Agua oxigenada y alcohol 96º.
  • Toallitas antisépticas.
  • Guantes de cura estériles.
  • Antiséptico.
  • Termómetro clínico homologado.

Además del botiquín de viaje, recuerda llevar también la tarjeta sanitaria individual y el documento de desplazados por si fuera necesario recibir asistencia médica en el lugar de vacaciones.

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