Pavimentos seguros para los patios de la escuela

Cuando se trata de los más pequeños de la casa, siempre buscamos lo mejor. Por eso, las escuelas deben cuidar hasta el mínimo detalle en todos sus espacios.

Por ejemplo, en las aulas nos aseguraremos de que no haya elementos que puedan suponer un riesgo para los alumnos (elementos afilados, obstáculos, etc.); en los baños prestaremos especial atención a la higiene y desinfección y en los comedores procuraremos la salubridad de todos los alimentos y superficies. Pero… ¿Qué ocurre con los patios de la escuela?

Éstos son considerados los espacios más “batalleros” de cualquier centro educativo. Aquí, de la misma manera que ocurre en los parques, se permite que los niños se ensucien y que jueguen de una forma más “descontrolada” a como lo harían en clase o en su propia casa. En definitiva, el patio es un lugar para el ocio, para disfrutar y dejarse llevar.

Pero esto no quiere decir que debamos descuidar el estado del espacio y las propias instalaciones. Debemos tomar medidas que garanticen la seguridad de los alumnos y que, a su vez, no interfieran en la actividad, sino que la hagan más cómoda.

Llegados a este punto, los pavimentos cobran especial importancia. Como decíamos, la actividad física de los alumnos en los patios de una escuela es mayor. Por lo tanto, también lo es el riesgo de sufrir caídas. Para evitar esto, debemos tener en cuenta una serie de normas en relación con los suelos y pavimentos:

• No es casualidad en los parques infantiles ya no encontremos hormigón o asfalto; estos materiales ya no están permitidos según la normativa europea. Para sustituirlos, debemos apostar por materiales no compactos que amortigüen las caídas de los pequeños y de los no tan pequeños. En el caso de los patios escolares, los pavimentos de caucho pueden ser una buena opción.
• Las juntas de las losetas provocan, en ocasiones, caídas o tropiezos. Los más pequeños difícilmente perciben este tipo de riesgos durante el juego, de manera que, mediante la instalación de pavimentos continuos, evitamos posibles caídas.
• Otra de las zonas en las que debemos asegurar pavimentos blandos son las áreas deportivas. En estos casos podemos optar por caucho o césped artificial.

Como podemos observar, los pavimentos son considerados elementos clave en la conformación de los patios de una escuela por el papel que juegan a la hora de sufrir posibles caídas o tropiezos.

Aun así, no debemos descuidar instalaciones como, por ejemplo, las cestas de baloncesto, las porterías o los elementos empleados para el juego de los más pequeños.

CONSEJO EFEBÉ

Desde Efebé trabajamos siempre con materiales que se adaptan a las normativas europeas. Recomendamos especialmente los pavimentos de caucho porque amortiguan las caídas a la vez que resultan agradables en cuanto a tacto para los niños.

Destacan también por su permeabilidad, evitando así las acumulaciones de agua y porque su superficie no se ve afectada ante temperaturas extremas.

Además, el caucho es más flexible en cuanto a diseño y personalización en comparación con otros materiales, ofreciendo la posibilidad de combinar diferentes colores.