El 63% de la población escolar realiza algún tipo de actividad deportiva fuera del horario lectivo al menos una vez por semana, según el último estudio de Los Hábitos Deportivos de la Población Escolar. La mayoría de actividades se realizan en centros deportivos, y estos deben disponer de unos espacios en los que los familiares puedan esperar mientras se realiza la práctica deportiva.
Pero, ¿qué características deben tener estos espacios específicos? ¿En qué zona deben estar situados? ¿Qué materiales se deben utilizar en su construcción? La compañía Efebé ha diseñado unas zonas habilitadas para aprovechar los tiempos muertos que existen entre el final de las clases y el inicio de las actividades deportivas, con el fin de que los más pequeños puedan hacer los deberes o realizar alguna tarea lúdica.
En lo que se refiere a seguridad, los materiales utilizados deben ser resistentes y fáciles de limpiar. En caso de que haya butacas o pufs, estos deben disponer de un revestimiento vinílico por tratarse de un material resistente a la abrasión, por su impermeabilidad y su limpieza fácil.
Estas zonas deben incorporar un material ergonómico para garantizar el confort de las personas que permanecen en ellas. El pavimento debe ser blando para que los niños puedan jugar sin sufrir ningún tipo de lesión. También es interesante que el equipamiento cuente con material fonoabsorbente para minimizar el impacto del ruido. Un tema especialmente sensible cuando se trata de actividades deportivas que precisan de un elevado grado de silencio, y en los que el nivel de ruido de la zona lúdica puede influir en el desarrollo normal de la clase.
En caso de instalar esta zona en la parte exterior del centro, el área lúdica debe estar cerca de una zona en la que los padres puedan mantener, en todo momento, un control visual sobre sus hijos. De este modo, nos evitaremos la creación de la figura de algún responsable de vigilancia para los más pequeños. En cuanto al material, se debe utilizar el caucho (puede ser continuo o en losetas) por sus propiedades antideslizantes.
La apuesta por estos espacios supone un beneficio para los usuarios de los centros deportivos, ya que se incorpora una zona social y se mejora la imagen del centro a favor de la sostenibilidad.