La higiene de manos, una buena prevención contra la gripe

Con la llegada del invierno, también aparece la temida gripe. Esta enfermedad infecciosa, afecta a miles de personas cada año. El hecho de que este virus se propague por el aire, hace que prácticamente todos nos convirtamos en enfermos potenciales.

Pese a que la prevención más evidente para evitar contraer la gripe es evitar el contacto con los enfermos, en la mayoría de los casos, la mejor forma de prevención está en nuestras manos.

Dado que las partículas de este virus viajan por el aire, es muy frecuente que éstas se acumulen en cualquier superficie. Por ejemplo, la barandilla de las escaleras mecánicas, las barras del metro o el botón del ascensor. Todas estas superficies quedan expuestas ante la amenaza de este virus. Siendo, además, puntos clave que entran en contacto con una gran cantidad de personas. De esta forma, solamente basta con rascarnos un ojo o simplemente mordernos las uñas sin habernos lavado antes las manos para que la gripe se convierta en una amenaza para nuestro cuerpo.

Precisamente, en 2012, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y el de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), publicaron un estudio que avalaba el hecho de que lavarse las manos reducía considerablemente el riesgo de contagio.

Dicho estudio se realizó en 36 hospitales durante el periodo de 3 años y tomó como muestra a 1500 pacientes hospitalizados por la gripe A (H1N1).

Durante el proceso, se analizó tanto el rol que juegan las vacunas antigripales en la propagación del virus, como las medidas ajenas a los fármacos, como por ejemplo, el lavado de manos.

Finalmente, el estudio concluyó que el lavado de manos tras el contacto con cualquier superficie potencialmente contaminada, reducía considerablemente el riesgo de ingreso hospitalario, en este caso por gripe A.

Los autores de este proyecto recomiendan que, además de lavarse las manos como mínimo cinco veces al día, es importante hacerlo cada vez que entramos en contacto con superficies susceptibles de acumular bacterias.

El lavado de manos debe convertirse, no solamente en una rutina, sino en un acto de concienciación que nos ayude a comprender su relevancia ante la prevención de enfermedades.

CONSEJO PAPELMATIC

En este artículo hemos citado varias situaciones en las que el entorno se convierte en una amenaza para nuestra salud. Hablamos de acciones tan rutinarias como coger el metro, darle al botón del ascensor o pasear por un centro comercial.

En todos estos casos es importante blindar nuestras manos con una buena higiene. No obstante, la mayoría de las veces la falta de tiempo o la ausencia de un baño en ese mismo enclave, nos impide lavar nuestras manos con agua y con jabón.

Para ello, la mejor alternativa son los geles hidroalcohólicos Purell, capaces de eliminar hasta el 99,90% de las bacterias al instante.