La alta competencia entre empresas y las crecientes exigencias por parte de los consumidores, hacen que la necesidad de innovar por parte de las empresas sea cada vez mayor.
Llegados a este punto, los diferentes espacios forman un papel fundamental. Las oficinas han dejado de ser espacios estrictamente ordenados y silenciosos para convertirse en espacios abiertos donde se fomenta la socialización, la interacción y el intercambio de ideas.
El hecho de que el trabajador pueda elegir la forma o el lugar en el que trabajar, permite un incremento de la seguridad personal que deriva en un incentivo a la hora de generar ideas.
Una oficina innovadora es aquella que fomenta valores como la transparencia y la inspiración acompañados de una mentalidad abierta y los transforma, o más bien los tangibiliza en forma de espacios.
Podemos encontrar espacios destinados a la creación y al intercambio de ideas, a la investigación, la interacción o áreas especialmente pensadas para el desarrollo de reuniones. Y todas ellas tienen algo en común: están perfectamente dotadas a nivel tecnológico para garantizar la conectividad tanto a nivel interno como externo.
De aquí nace una importante dicotomía. Por una parte, los espacios abiertos fomentan la innovación y la interacción entre trabajadores, pero por otra parte, también pone en riesgo valores como el confort acústico y la concentración.
En esta nueva forma de distribuir los espacios en las oficinas, suele darse el caso de exceso de ruido. No obstante, aunque pueda parecer poco creíble, existen soluciones que ayudan a reducir el ruido en el lugar de trabajo.
Para ello existen los paneles fonoabsorbentes. Estas placas, que suelen colocarse en el techo, constan de una espuma acústica en base de resina de melanina, entre otros materiales. Su composición facilita la absorción de los diferentes ruidos, haciendo más agradable el ambiente de trabajo y por ende, mejorando el confort acústico.
Debemos entender que no se trata de un proceso de insonorización que evita que los ruidos salgan de una habitación y solamente se perciban dentro de la misma. Los paneles fonoabsorbentes captan toda la “contaminación acústica” que haya en una habitación y como bien dice su nombre, la absorben para evitar que se genere una sensación de molestia. De esta forma, el trabajo en espacios abiertos y la concentración se convierten en dos elementos compatibles.
CASO PRÁCTICO DE EFEBÉ
Efebé intervino hace poco en las oficinas de Microgestió en Barcelona con el objetivo de aportar un diseño más fresco y acorde con los valores corporativos a la vez que se propuso hacer los diferentes espacios más funcionales.
Para empezar, se derribaron las mamparas y el falso techo. Se pavimentó toda la zona intervenida con un material vinílico de alta resistencia y con unas calidades técnicas e higiénicas mejores que el que ya tenían instalado. También se modificó la iluminación de las salas y se reemplazó el mobiliario por otro más funcional, resistente y personalizado. La propia Microgestió colaboró además con Efebé para mejorar la instalación eléctrica de todo el espacio.
Aunque quizá la parte que más destaca y con la que el personal ha demostrado estar más satisfecho es la zona de Telemarketing. Antes de iniciar el proyecto, Efebé se encontró con muchos espacios abiertos, lo cual provocaba molestias de ruido entre los diferentes departamentos. Para evitar este problema se han instalado paneles fonoabsorbentes alrededor del área de Telemarketing que permiten que el espacio quede integrado visualmente a la vez que permite a los trabajadores desarrollar su trabajo sin suponer una molestia para los demás. Todos los materiales escogidos se han elegido basándose en la imagen corporativa de Microgestió.
