Industrias alimentarias y centros hospitalarios son algunos de los ámbitos laborales en los que se debe extremar el cumplimiento de la higiene de manos para garantizar la seguridad alimentaria en un caso y la prevención de infecciones cruzadas en el otro.
Los sistemas de dosificación de jabón son un elemento a tener en cuenta en estos entornos donde la higiene de manos es tan importante. Por un lado hay que escoger el tipo de dispensador y por otro el tipo de jabón o producto a utilizar.
Tradicionalmente se ha optado por sistemas de dosificación rellenables con jabón a granel pero actualmente existen sistemas más seguros y eficaces como los dispensadores en carga GOJO de Papelmatic.
Un estudio de la Universidad de Arizona ha demostrado que el 25% de los dispensadores rellenables contienen niveles no seguros de contaminación ambiental. Un dato que provoca que los usuarios adquieran de media más de un millón de bacterias debido al uso de estos sistemas.
Los dispensadores rellenables permanecen abiertos durante el momento de la recarga, lo que permite el contacto del aire con el jabón. Además, al ser el jabón un material acuoso facilita la adherencia de los gérmenes, lo que lo convierte en vulnerable y de fácil acceso para las bacterias por la dificultad de su limpieza, motivo por el que el nuevo jabón se contamina en el proceso de rellenado.
Otro inconveniente de este sistema se halla en la bomba del dispensador, ya que siempre suele ser la misma y no se cambia con frecuencia. La facilidad con la que se suele abrir y la ausencia de medidas de seguridad para evitarlo agravan el problema, ya que se abre otra vía de entrada a través de la manipulación del material. En algunos casos, las infecciones tienen su origen en una incorrecta manipulación de los recambios de jabón en los dispensadores a granel.
En cambio, los sistemas de sellado como los de GOJO cuentan con un sistema de recargas que evitan la propagación de los gérmenes. La seguridad higiénica aumenta en este tipo de sistemas, ya que el producto que se incluye en el interior de la recarga está protegido de posibles contaminaciones, ya que viene sellado desde la fábrica e incluye una nueva boquilla con cada recarga.
También disponen de sistemas “non touch” de dispensación automática, que evitan el contacto con el aparato extremando así las medidas de higiene. Convirtiéndose así en el sistema ideal para aquellos entornos especialmente sensibles a la contaminación cruzada de gérmenes, como el hospitalario o el alimentario.
Los recambios son transparentes y sus ventanas herméticas permiten conocer en todo momento el nivel de jabón que se encuentra en el dispensador. La dispensación del jabón en espuma permite aumentar el número de lavados por carga y disminuir el agua consumida en cada lavado.
Finalmente destacar los productos como Purell, gel acohólico para desinfección de manos específico para hospitales y centros de salud y el jabón Antibac (inoloro e incoloro con agentes desinfectantes) para uso alimentario.