El Modelo de Atención Centrada en la Persona, una nueva forma de hacer en las residencias del futuro

Cuanto tomamos la decisión de dejar a nuestros mayores en manos de profesionales en una residencia, la mayoría de las veces se debe a que ya no tenemos los medios ni los conocimientos necesarios para cuidarlos en casa.

Sin embargo, lo que más suele preocuparnos es la parte afectiva. Tememos que nuestros familiares sean tratados como un número más, un paciente cualquiera, y no reciban el cariño o la atención que necesitan.

En una misma residencia, pueden encontrarse muchas personas con problemas de salud y dolencias muy diferentes entre sí. Por lo que no todos requerirán la misma atención por parte de los profesionales.

Precisamente, este aspecto es el que ha dado pie a la aparición del novedoso modelo conocido por las siglas ACP (Atención Centrada en la Persona).

Esto no quiere decir que cada paciente requiera un empleado única y exclusivamente para él. Simplemente se trata de asimilar y comprender la situación de cada uno para poder definir cuál será la mejor vía de actuación.

El gobierno vasco ha detectado que este modelo se está convirtiendo cada más en una necesidad, no solo para garantizar una mejor atención del paciente sino para la tranquilidad de los familiares y como valor añadido para el propio centro.

Para ello, han elaborado el documento en el que hacen constar los principios básicos en los que debería fundamentarse este modelo. Éstos son:

1. Todas las personas tienen dignidad. Esto quiere decir que cualquier persona debe ser tratada con la misma consideración independientemente de la enfermedad que padezca o su grado cognitivo.
2. Apoyar los proyectos de vida. Cada persona es única y como tal, tiene sus propios proyectos. Debemos escucharlas y apoyarlas en aquello que realmente es importante para ellas.
3. Establecer un modelo personalizado. La biografía de cada uno demuestra la singularidad de la persona. Este punto se convierte en clave a la hora de establecer el plan de actuación.
4. Fomentar la autonomía de los pacientes. Dentro de lo posible, debemos hacer que cada persona se sienta autorrealizada. Para ello debemos buscar apoyos que les hagan entender que pueden controlar su propio entorno.
5. El ambiente físico influye en la autonomía de cada uno. Si queremos potenciar este punto, es importante que el entorno físico no suponga ningún hándicap. Por ello, debemos ofrecer espacios seguros, accesibles y confortables.
6. El ser humano es interdependiente. Es importante fomentar las relaciones sociales para potenciar el bienestar de los pacientes.
7. Las personas están sujetas a cambios. Para ello, cada situación debe revisarse a diario y aplicar las modificaciones necesarias en el plan de actuación.

El modelo de Atención Centrada en el Paciente (ACP) no solo consiste en la aplicación de una serie de pautas de actuación, sino que supone una nueva forma de entender la relación entre paciente-profesional, donde el paciente es el protagonista y el núcleo al cual debe adaptarse en entorno.

CONSEJO EFEBÉ

Desde Efebé no solo creemos en el modelo ACP, sino que apostamos por aquellos espacios que ofrecen oportunidades y fomentan estas nuevas formas de hacer. Hace unas semanas lanzábamos una iniciativa llamada “Rincón Mágico” en la que apostábamos fuertemente por la creación de espacios que fomentaran los vínculos afectivos entre pacientes y familiares.