Bolsas de basura: Galga, material y resistencia. ¿Cuál elijo?

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Pese a que pueda parecer una tarea sencilla, elegir una bolsa de basura se convierte en una acción complicada cuando entramos en detalles técnicos. De repente aparecen elementos como la galga o la resistencia, de los que seguramente hemos oído hablar pero que no sabemos cómo se aplican a una bolsa de residuos.

Empecemos por la gran desconocida: la galga. La galga es la unidad de medida de longitud que se utiliza para expresar o medir el espesor de los materiales delgados y finos. Esta medida se obtiene multiplicando por 4 las micras del objeto o la bolsa en cuestión. Por tanto, una bolsa con un grosor de 50 micras (0.05 mm), tendrá una galga de 200.

De aquí podemos deducir fácilmente que la galga está directamente relacionada con la resistencia de la bolsa. No obstante, no es el único valor que entra en juego para definir este atributo.

También debemos considerar el material a partir del cual están fabricadas las bolsas de residuos. Éstas suelen producirse en base a polietileno. En función de las diferentes presiones que se apliquen durante el proceso de producción, podemos conseguir diferentes películas:

  • PEAD (Polietileno de Alta Densidad). Es más resistente a altas temperaturas. Se utiliza con poco grosor porque de por sí es un material rígido que ofrece resistencia al desgarre. Pese a que su nombre pueda confundir, éste material no es el más adecuado para las bolsas de basura.
  • PEBD (Polietileno de Baja Densidad). Es más suave al tacto y más moldeable que la opción anterior. Es el material que se utiliza por excelencia para las bolsas de basura. Si se utiliza con una galga adecuada, es resistente a materiales pesados o afilados.
  • Película biodegradable. Se utiliza únicamente para residuos biodegradables. Se fabrica a partir de almidón de maíz y polímeros biodegradables. Se desintegra conjuntamente con los residuos que hay en su interior tras su desecho.

De esta manera, podemos ver que el hecho de que una bolsa presente una galga mayor no quiere decir que sea mejor. Todo debemos del material que acompañe a esa galga y de las necesidades que presente nuestro entorno. También debemos considerar que, cuanto mayor sea el valor de la galga, menos ligera y más difícil de manejar será la bolsa. Lo mismo pasa con las bolsas de Polietileno de Alta Densidad. Por lo tanto, lo ideal es establecer un punto medio entre resistencia y ligereza o bien estudiar previamente los requisitos que presenta nuestro entorno.

También puede resultarnos difícil saber qué bolsa de basura se adapta a las medidas de nuestra papelera o contenedor. Más aún teniendo en cuenta que éstos expresan su capacidad en litros y las bolsas expresan sus medidas en centímetros o metros. Podemos calcularlos con la siguiente fórmula:

  • Para saber el ancho, debemos dividir el perímetro del contenedor o papelera entre 2 y añadirle a este resultado un 10% más.
  • Para saber el alto, debemos la altura de la papelera con la mitad de anchura que presente el fondo. Y a este resultado añadirle un 10%.

CONSEJO PAPELMATIC


En Papelmatic recomendamos que, antes de elegir bolsa de basura se estudien las necesidades. Un material o una galga no son mejores que otro. Nuestra elección debe depender en cualquier caso de los requerimientos que se presenten en el ámbito de uso. Por ejemplo, en entornos sanitarios, es estrictamente necesario utilizar bolsas de basura homologadas y con una galga especial. Son las conocidas como bolsas GII. Este tipo de bolsa es lo suficiente resistente para el desecho de jeringas o residuos contaminados que deben quedar especialmente blindados para evitar así que se produzca un contagio con el exterior.

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