Durante los últimos meses hemos oído hablar sobre la resistencia de algunos bichos a los insecticidas. Es el caso de, por ejemplo, el mosquito Aedes aegypti, que transmite el virus de zika, en el que los científicos advirtieron que se está volviendo cada vez más resistentes a la fumigación. También conocíamos hace unos meses un estudio, publicado por la Asociación de Empresas de Control de Plagas, en el que aseguraba que las chinches de cama han desarrollado mayor resistencia a los insecticidas.
Pero, ¿qué entendemos exactamente como resistencia a los insecticidas? Según define el Comité de Acción para la Resistencia a los Insecticidas (IRAC) se trata de un cambio heredable en la sensibilidad de una población de insectos plaga, que se refleja en repetidos fallos de un producto insecticida, utilizado correctamente, para alcanzar los niveles de control esperados. En este sentido, el comité ofrece respuestas y consejos para gestionar esta resistencia, un fenómeno en incremento en los últimos 50 años.
Según el IRAC, la resistencia puede darse por diversos motivos como el uso abusivo de un insecticida o un mal uso en las acciones de control de plagas, que pueden provocar modificaciones genéticas hasta el punto de llegar a tolerar determinadas dosis. En otros casos, también se apunta a una resistencia cruzada: los compuestos químicos contribuyen a que las plagas sean más resistentes a otros productos químicos relacionados.
Para tratar de encontrar alternativas, así como estrategias que retrasen o eviten el desarrollo de resistencia a los insecticidas, se deben conocer las diferentes partes del organismo de los bichos a los que pueden afectar: es el caso de la respiración, el sistema nervioso, el sistema muscular o el digestivo.
Una vez se conocen estos factores, teniendo en cuenta que las distintas especies sufren modificaciones genéticas y se deben actualizar las líneas de actuación, pueden aplicarse las estrategias de control adecuadas. Para garantizar la perfecta gestión, los expertos recomiendan distintos principios para retrasar la aparición de la resistencia. En Entorno Saludable hemos destacado algunos de ellos:
- Rotar o alternar los insecticidas utilizados, asegurándose que tengan distintos modos de acción
- Evitar la mezcla de insecticidas
- Minimizar las rutas de entrada de los insectos a las zonas que se quieren controlar
- Utilizar los productos en las dosis exactas recomendadas en su etiquetaje
- Mantener los productos en buen estado para conseguir una eficacia óptima
CONSEJO PAPELMATIC
El compromiso por el medio ambiente forma parte de nuestra filosofía de empresa. En este sentido, y con el fin de ser responsables y evitar que los gases perjudiquen nuestra capa de ozono, en Papelmatic recomendamos métodos eléctricos o mediante luces ultraviolada para conseguir la eliminación de insectos. Como ejemplos, existen Luralite que mediante una luz ultraviolada atraen a los insectos , así, quedan atrapados en la placa adhesiva de su interior. De forma similar funcionan algunos aparatos eléctricos que eliminan los insectos por electrocución, consiguiendo que los insectos sean atraídos por luz ultraviolada y se eliminen por la tensión eléctrica dentro del aparato.
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