Las fibras del algodón representan la forma natural más pura de la celulosa, ya que contiene el 90% de este glúcido. Constituye la materia prima del papel y de los tejidos de fibras naturales. El papel higiénico, las servilletas de papel o los rollos que se encuentran en muchas oficinas tienen en su ADN este componente.
La absorción y la suavidad son las dos propiedades fundamentales de la celulosa, por lo que cada vez se utiliza más en aquellos productos donde se necesite un secado delicado y efectivo. Su aplicación de un solo uso hace que se convierta en el mejor aliado de los productos de higiene.
Otros aspectos que hacen que la celulosa sea un producto sumamente versátil son el gramaje, que mide la cantidad de fibras por m2 y que le da la absorción, el crepado que le confiere suavidad y el RH (Resistencia a la Humedad), que define su resistencia. La combinación de todas estas propiedades, es lo que da lugar a los diferentes tipos de papel (higiénico, para el secado de manos, tisú…) elaborados para conseguir un rendimiento óptimo en función del uso que se le quiera dar, es decir, que pueda cumplir con la función esperada con un coste mínimo.
En el mercado de la higiene profesional, la celulosa ha venido a sustituir al trapo o la toalla de algodón. Su principal ventaja se basa en el hecho de ser de un solo uso, por lo que se evitan contagios y la temida contaminación cruzada.
España es uno de los principales países exportadores de papel reciclado al resto de la Unión Europea. La industria papelera ha sufrido cambios importantes en los últimos 15 años para adaptarse a los estándares mundiales en materia de normativa relacionada con el medio ambiente, hasta el punto que a día de hoy se considera una de las más limpias de la economía.
Una celulosa de calidad es respetuosa con el medio ambiente dentro de su proceso de producción. De hecho, es el único material que se puede reciclar hasta 9 veces es por ello que en el proceso de producción los residuos propios se vuelven a utilizar para su fabricación.
A nivel europeo, la celulosa es una fuente de ingresos para muchos trabajadores. Actualmente existen 941 plantas que se dedican a procesar este material, de ellas 164 se dedican a la celulosa y 777 al papel y cartón. Las fábricas emplean en total a 183.194 personas y su facturación se sitúa alrededor de los 75.000 millones de euros.
Según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL) la producción del material se situó en 2013 en los 37,3 millones de toneladas, unos datos que suponían el 21% de toda la fabricación a nivel mundial. Estos datos reflejan la importancia que tiene el continente europeo como uno de los principales productores de este material.
Papelmatic manipula la celulosa para desarrollar el producto final manteniendo un equilibrio perfecto en los diferentes parámetros que definen cada tipo de papel.
Papelmatic realiza sus actividades manteniendo el máximo nivel de innovación y calidad para colaborar en la creación de un mundo ambientalmente sostenible. La selección de los productos y proveedores de celulosa se hace de manera que respondan a los valores sociales y ambientales de la empresa, para garantizar:
- La procedencia de la materia prima de los productos de celulosa de pasta de fibra virgen de bosques que se explotan bajo estrictos criterios de Gestión ambiental sostenible.
- El sistema de blanqueado de la producción de celulosa ECF (Libre Cloro Elemental) o TCF (Totalmente libre de cloro), es decir sin gas cloro.