Industria Alimentaria: Dime qué residuos generas y te diré qué detergente y desinfectante necesitas

In Higiene profesional, Industria Alimentaria by entorno saludable2 Comments

En una entrada reciente de este blog presentábamos al Plan de limpieza y desinfección como uno de los 10 planes de prerrequisitos que debe cumplir por ley toda industria alimentaria. En dicho plan tiene especial importancia cómo se limpian y desinfectan determinadas instalaciones de la industria alimentaria y qué tipo de productos deben utilizarse.

El primer concepto que debemos retener es que toda industria alimentaria tiene espacios que exigen una limpieza exhaustiva y muy frecuente.  Esto puede llevarnos a una cierta indecisión a la hora de seleccionar el producto químico idóneo. Nuestro consejo como fabricantes y distribuidores de productos de limpieza e higiene industrial y profesional es que nos ciñamos, en un primera fase, a dos tipos de producto: detergentes y desinfectantes. Y que para seleccionarlos nos guiemos por la composición de cada uno de ellos.

Los detergentes, en función del pH del residuo y sin fragancia

En la limpieza de instalaciones de la industria alimentaria, los detergentes deben elegirse en función del pH del residuo que va a eliminarse. Recordemos que el pH es una unidad que establece el nivel de acidez o alcalinidad de una sustancia.

Partiendo de esta base, debemos entender que la materia orgánica a limpiar por norma general será ácida, lo cual nos obliga a emplear detergentes básicos (con pH de 8 a 14). El valor central (pH alrededor de 7), lo dejamos para las sustancias neutras. Esto quiere decir que cuanto más alejados estén los valores del pH 7, por cualquiera de los dos extremos, más potente será el detergente. Su dosis de uso debe consultarse siempre en la ficha técnica del fabricante.

Es importante considerar que, cuando esta materia orgánica se calienta, pierde sus propiedades originales y se mineraliza (podemos encontrarla en forma de restos enganchados en el fondo de marmitas, depósitos calcáreos de leche…) Al mineralizarse esta materia, se transforma en una sustancia básica, lo cual nos obliga a utilizar detergentes ácidos para su limpieza (pH del 1 al 6). En este caso, si no nos basta con un detergente, podemos optar por un desincrustante que presente las características descritas.

En cuanto a la composición de los detergentes, debemos recordar que, en la industria alimentaria, éstos deben carecer de fragancias añadidas (pino, floral…), ya que algunos alimentos, como por ejemplo el chocolate, son muy sensibles a la incorporación de olores extraños.

Desinfectantes, el más genérico primero

Tras asegurarnos de que las superficies se encuentran completamente limpias, debemos proceder a su desinfección para eliminar todos los microorganismos (moho, levadura, microbacterias, bacterias o virus) u otras sustancias potencialmente peligrosas que puedan provocar algún tipo de contaminación.

En el caso de los desinfectantes, la elección es mucho más sencilla. Simplemente, debemos cerciorarnos de que estos estén autorizados para la industria alimentaria. Para asegurarnos de que dicho desinfectante es apto para la limpieza de entornos que trabajan con alimentos (desde una planta industrial a un restaurante) debemos de fijarnos en el número de inscripción del Registro de Biocidas y contemplar las siglas HA (Higiene Alimentaria).

Podemos encontrar dicho registro en la ficha técnica del producto o en el enlace del MSSSI (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad). La estructura del código de un desinfectante es XX-YY-ZZZZZ-HA. A continuación mostramos qué significa cada parte:

Otro requisito para la verificación de químicos es que la empresa suministradora esté dada de alta en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas, ROESP

Durante el proceso de desinfección es importante empezar por desinfectantes menos potentes y dejar los más enérgicos para las formas de resistencia (esporas) o biofilmes bacterianos. De la misma manera que ocurre con los antibióticos, debemos empezar por los más genéricos y dejar los más potentes para casos de posibles resistencias. ¡No matemos moscas a cañonazos!


CONSEJO PAPELMATIC


En este artículo hemos expuesto el poder de influencia que presentan los productos químicos en la limpieza en la industria alimentaria. No obstante, en el proceso de limpieza existen una serie de elementos añadidos que afectan directa o indirectamente. Éstos son:

  • La temperatura y calidad del agua. A mayor dureza (mayor cantidad de carbonato cálcico diluido), más dificultad de limpieza.
  • La acción mecánica. Utensilios empleados en la limpieza.
  • El tiempo de aplicación.

También es importante trabajar con químicos que respeten el pH de nuestra piel. Tal y como comentamos en entradas anteriores en este blog,  el pH de nuestra piel es ácido, por lo que necesitará un químico con su mismo pH para evitar irritaciones. En Papelmatic, como fabricantes y distribuidores de productos de limpieza e higiene industrial y profesional, apostamos por la gama de jabones GOJO, que proporciona un extra de suavidad y eficacia en el sector alimentario.

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