4 pautas para evitar la irritación de ojos y piel en las piscinas

No es ningún secreto que aquellas piscinas que acogen a miles de personas a la semana esconden algo más que agua.

Precisamente por eso, se aplican los tratamientos de cloro. Pese a la animadversión de muchos usuarios, este elemento es importante para mantener a los gérmenes a raya en las piscinas.

Esta antipatía hacia el cloro se debe a la creencia de que éste provoca escozor en los ojos o irritación en la piel. Pero esto no es del todo cierto.

La verdad es que este fenómeno suelen provocarlo elementos como la orina o el sudor corporal, que al entrar en contacto con el compuesto químico, provocan este tipo de reacciones.

Esto no quiere decir que debamos dejar de ir a la piscina. Simplemente, debemos tomar conciencia y adquirir unos hábitos que garanticen la higiene y la seguridad en las piscinas de la misma manera que ocurre con otras actividades relacionadas con el deporte.

1. Ducharse antes y después de bañarse. Al salir de la piscina, nos duchamos con agua y con jabón supuestamente para eliminar los restos de cloro de nuestro cuerpo. Pero la verdad es que, al ducharnos con agua y con jabón, eliminamos los gérmenes que se han adherido a nuestro cuerpo en el interior de la piscina. De manera que, para evitar que ésta se convierta en su hábitat natural, debemos realizar el mismo proceso antes de bañarnos.
2. Los gérmenes no solo pululan por el interior de la piscina, sino que también se quedan en los bordes y en el mismo suelo. Además, el entorno húmedo no hace más que propiciar su reproducción. Por eso es tan importante desplazarse con peúcos o unas sandalias que nos protejan y ayuden a evitar que los hongos se instalen en nuestro pie.
3. Lavar las toallas bastante a menudo y no dejar que la humedad se acumule en ellas. Para evitar posibles contagios, también es importante guardarlas en un lugar “seguro” y lejos del alcance de los gérmenes, como por ejemplo los colgadores o las taquillas.
4. Mantener una buena higiene y cuidado personal. Por supuesto, debemos evitar tragar agua, bañarnos sin habernos aseado antes o dejar que los más pequeños se orinen. Es importante educarlos en este aspecto, ya que la orina es uno de los principales focos que originan los gérmenes.

Para garantizar unas mejores condiciones en términos de higiene y salubridad, las soluciones hidroalcohólicas son una buena opción. Pueden instalarse en zonas estratégicas de la piscina, donde la afluencia sea mayor o pueden utilizarse individualmente por los usuarios. Por supuesto este modo de desinfección no suple el lavado con agua y con jabón, pero ayuda a prevenir contagios.

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Como bien decíamos el gel hidroalcohólico es una buena solución para evitar posibles contagios. En Papelmatic trabajamos con Purell, una marca con garantías que ofrece múltiples soluciones para la desinfección en cualquier momento y en cualquier lugar. Purell ha desarrollado la estación Everywhere, pensada para ser colocado en lugares estratégicos, con una gran afluencia de personas. Así, podemos desinfectar nuestras manos sin siquiera tocar el dispensador, de forma rápida y segura.