La presencia de aire acondicionado en los hospitales es vital durante estos días de verano en los que los termómetros alcanzan sus niveles máximos. Seguir unas pautas básicas y una normativa que garantice un funcionamiento seguro de este tipo de instalaciones, es vital para evitar riesgos futuros en la salud de pacientes y trabajadores.
El aire es un vehículo por el que viajan constantemente diferentes tipos de microorganismos, por lo que los procedimientos que se utilizan para obtener aire limpio son esenciales en aquellas áreas en las que se necesita un ambiente bacteriológicamente limpio.
El Departamento de Salut de la Generalitat de Catalunya clasifica los quirófanos como locales tipo 1 (locales con exigencias muy elevadas). Por este motivo, el filtro absoluto o de alta eficiencia debe estar ubicado en los difusores de impulsión del techo del quirófano. Además, la instalación de acondicionamiento de aire, tiene que cumplir las siguientes condiciones:
- limitar el nivel de gérmenes en el aire dentro de las áreas que necesiten un tipo de protección especial, también denominada como zona de protección, formada por la zona de operaciones y las mesas del instrumental.
- asegurar la circulación del aire necesario entre los diferentes locales.
- limitar la concentración de los gases anestésicos y de otras sustancias.
- cumplir las condiciones ambientales exigidas en cada momento, como la compensación de las cargas de calor y la eliminación de las sustancias contaminantes.
En lo relativo al caudal del aire, la normativa indica que es necesario impulsar un caudal mínimo de 2.400 m3/h, en el caso de estar dotados de un sistema de difusión por mezcla del aire.
Las operaciones de filtrado tienen una importancia vital para el mantenimiento y conservación de todos los equipos de la instalación de la climatización. El centro hospitalario deberá garantizar un mantenimiento sistemático de todos estos equipos, con el objetivo de seguir un protocolo que garantice el buen estado de los mismos.
Fuera de las horas en las que el centro se encuentre operativo al 100%, se debe asegurar el funcionamiento de la instalación en las áreas destinadas a los quirófanos, con el fin de evitar que se produzca algún tipo de contaminación con el aire procedente de otras zonas del hospital.
Para facilitar la limpieza de los sistemas, los conductos de impulsión y extracción del aire no pueden ser de materiales no metálicos y sus paredes interiores deben ser lisas y accesibles para las fases de limpieza.
En cuanto a la zona de confort térmico, la norma UNE-EN ISO 7730 establece los criterios a seguir. La actividad corporal o de la vestimenta, la temperatura ambiente en el local o la que se encuentra en el aire impulsado son algunos de los factores que se deben tener en cuenta.
Todas estas recomendaciones y normativas van encaminadas a asegurar unas condiciones higiénicas y saludables para proteger a los pacientes que permanecen ingresados o que visitan los centros de salud, a la vez que se vigila que los trabajadores de los centros trabajen en las condiciones óptimas para desarrollar su trabajo en un entorno laboral adecuado.