Un artículo de la prestigiosa Clínica Mayo de EE.UU. ha demostrado que, desde un punto de vista higiénico, las toallas de papel son mejor opción que los secadores de manos por aire caliente en lo referente a secado de manos tras el lavado. El artículo ha sido elaborado por la publicación de la propia clínica, The Mayo Clinic Proceedings, una de las revistas científicas más leídas y citadas en el mundo de la medicina.
Su reciente artículo titulado ‘La Eficacia Higiénica de los Diferentes Métodos de Secado de Manos: una Revisión de la Evidencia’ se basa en la revisión y análisis de 12 estudios científicos realizados desde 1970 hasta 2011. El artículo afirma que las toallas de papel pueden secar las manos de manera más eficiente, eliminando las bacterias de forma más eficaz y causando menor contaminación en el entorno de los aseos.
Hay varios factores que confirman estos resultados. Por un lado, el estudio hace hincapié en que los secadores de aire caliente no ejercen su función completamente ya que las manos parecen secas por la sensación de calor, pero aún siguen mojadas. Además, las manos se irritan y enrojecen y la piel se reseca pudiendo incluso provocar descamaciones y fisuras cuando existe un uso prolongado.
Otro aspecto que pone de manifiesto el estudio es que el movimiento del aire puede favorecer la dispersión y la transmisión de bacterias y aumentar la posibilidad de contaminación cruzada. Es decir, el aire circundante del baño recircula por los secadores de aire. Esta recirculación conlleva la dispersión de los aerosoles infecciosos que ya están en la atmósfera junto con los generados por las manos que se frotan entre sí para el secado.
Además, los secadores de aire usados en los baños están a menudo contaminados y pueden emitir bacterias. Por lo tanto, hay un potencial riesgo para las personas que se colocan delante de los secadores de aire que pueden inhalar esas bacterias o actuar como vehículos de transporte de las mismas con el cuerpo y la ropa, convirtiéndose así en una fuente móvil de infección.
El ruido es otro de los motivos por los que las toallas de papel son una mejor opción. El nivel de decibelios medio de un secador de chorro de aire a 0,5m. es de 94 dB, que es superior al de un camión pesado que pasa a 3m. de distancia.
Pero quizás una de las razones más importantes es que los secadores de aire no consiguen eliminar todos los gérmenes de las manos, ello sólo es posible gracias a la fricción que se hace con las toallas de papel. La fricción es el elemento primordial en el lavado y el secado de manos ya que hace que se desplacen los microorganismos existentes en la superficie de la piel.
A priori, puede parecer que el coste de reemplazar toallas de papel es más elevado que un secador de aire, que parece que necesiten menos mantenimiento, aunque estos pueden también resultar caros de adquirir e instalar.
El artículo concluye que, desde el punto de vista de la higiene, las toallas de papel son superiores a los secadores eléctricos y deben ser recomendadas en los lugares en los que la higiene es de suma importancia, como en los centros sanitarios.
El Washington Post, que recoge los comentarios del estudio, pone también de manifiesto que según investigaciones realizadas en 2008 y 2009, el usuario prefiere las toallas de papel (62 y 55% respectivamente) frente a los secadores de aire (no más del 28%).