Los centros deportivos y sus accesos, ¿cómo deben ser sus características?

Los pabellones deportivos, gimnasios o instalaciones en las que se realizan actividades relacionadas con el deporte, forman parte del día a día de muchas personas. Estos centros deben ser accesibles para todos, independientemente de la edad de las personas o de su condición física, y se debe eliminar cualquier tipo de barrera arquitectónica.

El número de instalaciones deportivas se ha incrementado en los últimos años en más de un 77%, según los últimos datos del Censo Nacional de Instalaciones Deportivas. Este incremento hace que los gestores de estos centros deportivos deben enfrentarse cada vez más, a una serie de retos de calidad, seguridad y accesibilidad a la vez que tienen que cumplir la normativa que se exige en este ámbito de actuación.

Las puertas de entrada a estas instalaciones deben garantizar una apertura mínima de 1,20 metros. A ambos lados debe existir un espacio libre al mismo nivel que en ningún caso debe ser menor de 1,50 metros de diámetro, con la finalidad de facilitar el paso de las personas con movilidad reducida.

El vestíbulo también debe seguir unas pautas que permitan el fácil tránsito de las personas tanto por sus dimensiones como los materiales utilizados. Su pavimento debe seguir las recomendaciones del Código Técnico de la Edificación, siendo en todo caso uniformes y antideslizantes tal y como comentábamos en un post anterior dedicado a este tema.

Los mostradores de recepción también deben cumplir unas características concretas. Su iluminación deberá alcanzar los 500 lux y deben ser perceptibles con facilidad para aquellos usuarios que tengan limitaciones visuales. Las mamparas de cristal deben eliminarse de estas zonas, ya que disminuyen la audición y crean dificultades de visión por la generación de reflejos. En aquellos casos en los que sea necesario, se deben instalar unos sistemas de bucles magnéticos destinados a usuarios con prótesis auditivas y de amplificación del sonido.

Todas estas medidas de buenas prácticas van destinadas mejorar la calidad de estos entornos y para apostar por el bienestar de los usuarios delos centros deportivos.