Las salas blancas: el lugar donde la higiene se convierte en un imperativo

In Espacios saludables, Higiene profesional by entorno saludableLeave a Comment

Ya en el siglo XIX, científicos como Pasteur o Koch se dieron cuenta de que el aire transportaba bacterias capaces de causar infecciones. Si consideramos este factor en entornos tan delicados como el sanitario o el farmacéutico, por ejemplo, el resultado puede ser catastrófico.

Por ello se crearon las Salas Blancas, también conocidas por el nombre de “Clean Room” en inglés. Estos espacios están expresamente diseñados para reducir al mínimo posible el riesgo de contaminación durante los procesos de producción más críticos.

La industria sanitaria y la armamentística fueron pioneras en su uso. Años más tarde y una vez fue comprobada su eficacia, se añadió la industria electrónica.

Para el diseño de las salas blancas, se tienen en cuenta diferentes factores relacionados con la temperatura, la iluminación o la ventilación. Pero, ¿cómo afectan estos elementos a su uso?

  • El aire que entra en la sala debe ser estrictamente de carácter estéril y debe haberse filtrado previamente por tal de eliminar todas aquellas partículas que provienen del exterior y que pueden resultar contaminantes. De esta manera, el aire se renueva constantemente, evitando así la acumulación de polvo.
  • Otras de las medidas que se consideran a la hora de evitar la acumulación de ácaros son la instalación de paredes de vinilo y la ausencia de rincones, estando la sala formada por esquinas redondeadas.
  • La presión de la sala debe ser ligeramente superior a la del exterior. Esta medida sirve para permitir la salida de aire del espacio a la vez que se evita la entrada de aire proveniente del exterior en el momento en el que las puertas se abren. Además, es aconsejable delimitar los diferentes sectores dentro de la misma sala en función de las necesidades requeridas en cada zona.
  • Los operarios deben vestirse con trajes especiales, de manera que no se conviertan en transmisores de partículas contaminantes que pueden afectar al proceso de producción. Esta medida es capaz de disminuir las infecciones hasta en un 10%.
  • En este aspecto, también se utilizan filtros HEPA o ULPA con la finalidad de retener las partículas que pueden contener bacterias.

Como podemos ver, esta serie de medidas exige un control muy riguroso, a la par que unos recursos bastante costosos. Es por ello que el uso de las salas blancas suele restringirse a industrias de gran escala.

Ya hemos mencionado que en espacios como las salas blancas, es importante controlar cualquier elemento que entra desde el exterior. Por ello, debemos prestar especial atención a los materiales que utilizamos para su limpieza. En la mayoría de los casos, los productos se someten a estrictos controles que garantizan la ausencia de bacterias en los materiales. No obstante, dado el riesgo que supone la contaminación en este tipo de espacios, es aconsejable emplear productos que han sido diseñados especialmente para cubrir estas necesidades.


CONSEJO PAPELMATIC


Desde Papelmatic aconsejamos el uso de los paños Veraclean CleanRoom 100® Sterile. Este producto se somete a radiación gamma por tal de garantizar un nivel de esterilización superior. De esta forma, nos aseguramos que nuestro material de limpieza, perfectamente sellado, está libre de bacterias. Veraclean CleanRoom 100® presenta además una gran capacidad de absorción, reteniendo la suciedad en el paño, a la vez que causa el mínimo desprendimiento de partículas durante su uso.

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